La Organización Internacional del Trabajo (OIT) ha denunciado en su último informe prácticas laborales discriminatorias contra las mujeres embarazadas, entre ellas las españolas. Muchos patrones ejercen “tácticas de presión a embarazadas y madres
recientes” para inducirlas a renunciar. Cerca de 830 millones de mujeres trabajadoras no tienen cobertura adecuada por maternidad, según la OIT. Según el informe “La maternidad y la paternidad en el trabajo. La legislación y la práctica en el mundo”, aunque las normas internacionales de la OIT prevén la protección del empleo durante ese período, las leyes no siempre se cumplen, e incluso la maternidad es motivo de discriminación laboral en muchos países, entre ellos España. “Para alcanzar la igualdad de género, es necesario proteger la maternidad. Si no existe la igualdad en el hogar, será una ardua batalla conquistarla en el trabajo. Es aquí donde entran en juego las políticas sobre prestaciones de paternidad, cuidado de los niños y otras políticas dirigidas a conciliar la vida familiar y profesional”, aseguró la responsable del servicio de género, igualdad y diversidad de la OIT, Shauna Olney. El análisis compara las legislaciones de 185 países y territorios e incluye informes independientes para contrastar la aplicación de las leyes laborales relacionadas con el embarazo (incluidos permisos de maternidad y paternidad). En ese sentido, la OIT lamenta que sólo 66 países se han comprometido con al menos uno de los tres convenios internacionales sobre protección de la maternidad, adoptados en 1919, 1952 y 2000. El estudio de la OIT alerta especialmente de la discriminación en la contratación, “que perjudica a las mujeres que buscan empleo”. En ese sentido, se afirma que en la Unión Europea (UE) se ha detectado “un nivel apreciable de discriminación por razón de maternidad en todos sus Estados miembros”. Señala especialmente los casos de España, Lituania y Rumanía, donde se ha informado de “tácticas de presión a trabajadoras embarazadas y madres recientes, como el acoso, para inducirlas a renunciar”. En Croacia, Grecia, Italia y Portugal se ha denunciado el uso de cartas de dimisión “en blanco”, una carta de renuncia sin fecha, que las trabajadoras se ven forzadas a firmar en el momento en que son contratadas y “que se utiliza para dejarlas sin trabajo en caso de embarazo, enfermedad de larga duración o responsabilidades familiares”. Según el informe, estas prácticas se han intensificado desde que se estalló, hace casi siete años, la crisis económica en el bloque europeo.Otro de los puntos abordados en el informe de la OIT es el derecho garantizado por ley a reincorporarse al puesto de trabajo tras un embarazo. En este punto, España tampoco queda muy bien, sobre todo en relación a horarios. De acuerdo con el informe, sólo el 55% de las mujeres españolas vuelve a su horario laboral después de la maternidad, mientras la totalidad de los padres españoles recupera su trabajo en las mismas condiciones. Del 45% de madres españolas que no regresaron a su anterior horario laboral tras la baja, el 35% se acogieron a un puesto a tiempo parcial o a una reducción de jornada, y un 7% renunció o perdió su empleo, asegura el informe. Según la OIT, en España “las prácticas de ‘mobbing’ sobre mujeres embarazadas están ampliamente extendidas”. Se han indicado casos de “acoso en el trabajo durante el embarazo y el despido o presión para salir” de la empresa, se afirma. Según la OIT, la mayor parte de las mujeres trabajadoras, cerca de 830 millones en todo el mundo, carece de suficiente protección por maternidad. Casi el 80% de ellas están en África y Asia. La OIT se lamenta de que aunque muchos países han incorporado en sus legislaciones los principios de protección de la maternidad y de apoyo a los trabajadores con cargas familiares, “en la práctica la falta de protección sigue siendo uno de los mayores desafíos para la maternidad y la paternidad”, según aseguró Laura Addati, una de las autoras del informe.