El Ministerio de Agricultura ultima un proyecto de real decreto en virtud del cual será obligatorio indicar en el etiquetado de la leche y de los productos lácteos el país donde se haya producido esa materia prima, así como dónde se haya transformado y envasado. Con esta medida se pretende que el consumidor disponga de una información más completa sobre el producto que desee adquirir y, con ello, la posibilidad de favorecer igualmente la compra de producciones nacionales. En base a esa normativa, países como Francia e Italia ya han adoptado la decisión de incluir el estado de origen de la leche en las etiquetas. Otros, como Portugal, lo están estudiando.
España es partidaria de que este tipo de normas estén armonizadas en toda la Unión Europea. Pero, en vista de que cada país está adoptando las suyas, Agricultura ha optado por aplicar la obligatoriedad para que los productos españoles no vean perjudicada su competitividad. Seguir leyendo